Preguntas Frecuentes sobre Implantes Dentales
Preguntas Frecuentes
Es muy difícil responder esta pregunta de forma absoluta porque el umbral del dolor es diferente para cada paciente; pero la retroalimentación que hemos tenido de la mayoría de nuestros pacientes es que si hubiesen sabido que era así lo hubieran hecho antes.
Hoy en día con la cirugía guiada por ordenador hacemos procedimientos mínimamente invasivos lo cual se traduce en menos molestia para nuestros pacientes.
Para la mayoría de los pacientes es suficiente con aplicar anestesia local para evitar cualquier tipo de molestia a la hora del procedimiento pero, si fuera necesario nuestro equipo podrá mejorar tu bienestar mediante la ayuda de medicamentos relevantes o aplicación de técnicas de sedación consciente.
No existe una edad máxima para la colocación de implantes dentales. La única limitación radica en el estado de salud de la persona. Nuestro equipo implantológico te indicara las pruebas necesarias para verificar que su salud general permite efectuar un tratamiento con implantes dentales. La edad mínima para la colocación de implantes dentales está en función de la finalización del crecimiento. Cuando una persona haya finalizado su desarrollo estará en condiciones de disfrutar de las ventajas de los implantes antes no es recomendable.
No todas las personas finalizan su crecimiento a la misma edad nosotros te asesoraremos acerca de las pruebas radiológicas específicas para diagnosticar el fin del crecimiento.
Los implantes dentales son únicamente adecuados cuando el desarrollo facial ha finalizado.
Si un dentista coloca un implante dental demasiado pronto, se puede producir resultados estéticos desfavorables una vez se haya completado el desarrollo facial. El dentista indicará la solución provisional mas efectiva que permita colocar el implante a su debido tiempo.
Fumar aumenta el riesgo de complicaciones, de la misma forma que incrementa el riesgo de que se produzca periodontitis en torno a los dientes naturales.
Se recomienda dejar de fumar antes del tratamiento implantológico con el fin de garantizar mejores resultados.
El fumar no es una contraindicación absoluta pero aumenta los riesgos de fracaso.
Sí, la diabetes no es una contraindicación para la terapia con implantes. Sin embargo, la diabetes debe estar bien controlada antes de comenzar el tratamiento. Por otra parte, es posible que el dentista le recete antibióticos para evitar el riesgo de infección tras la intervención. En algunos casos, el dentista recomienda también ampliar el periodo de integración (desde la colocación del implante hasta que se empieza con los trabajos protésicos).
Existen únicamente algunas contraindicaciones claras relacionadas con las enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, no se pueden considerar una intervención para la colocación de implantes dentales hasta que no transcurran 6 meses tras un ataque al corazón. Asimismo, en las patologías cardiovasculares graves, la cirugía implantológica solo puede efectuarse con la autorización del cardiólogo.
Las recomendaciones médicas variaran en función de cada caso en particular.
Este tipo de tratamiento representa una inversión de dinero, tiempo y esfuerzo que llevan a los pacientes a preguntarse sobre la longevidad de los implantes en comparación a otro tipo de tratamientos. Existen muchos factores que pueden afectar la duración del implante en la boca del paciente; como lo son la salud general del paciente, el fumar , que tan cuidadoso seamos a la hora de limpiar los implantes, etc. Según la Asociación Dental Americana, la vida media de un implante es de 25 años, aun y así, los implantes que han sido bien colocados junto con un cuidado adecuado, pueden durar toda la vida.
Es muy frecuente que personas mayores soliciten implantes dentales pero que se encuentren preocupados por la edad.
Estos pacientes sí se les puede colocar implantes dentales, siempre y cuando cuenten con buena salud. Es importante dedicar tiempo al paciente para investigar los antecedentes médicos, enfermedades crónicas y degenerativas, dificultades para la higiene oral y malos hábitos como el tabaco.